jueves, 25 de noviembre de 2010

No a los recortes sobre el futuro



La fotografía que nos ocupa, publicada hoy en El País (25 de Noviembre de 2010), hace alusión a las protestas estudiantiles contra la aprobación de la reforma universitaria de Silvio Berlusconi.

Fuerza, fue la sencación inmediata que me causó.Ganas de hacerse ver. Necesidad de transmitir la impotencia que los estudiantes sienten cuando se les impone algo que no consideran justo. Se percibe unidad, quizá porque, lo poco que puede abarcar el marco de la imagen, nos deja ver una multitud de jovenes agrupados por una misma causa. Jóvenes de las dos Italias, la del Palazzo y la sociedad civil, que parecen haberse cogido de la mano y, por primera vez, estar perfectamente sincronizadas.

Ese rostro cubierto del manifestante acapara de inmediato la vista del espectador, convirtiéndose en el peso visual de la composición. Además ocupa un lugar estratégico en el cuadro, uno de los cuatro puntos fuertes de la sección Áurea; en este caso centrado en el lateral izquierdo.
No quiero pasar por alto, tampoco, el color de la tela; un blanco vivo que contrasta con su vestimenta. En mi opinión es un factor de aislamiento que da esa fuerza a la composición a la que hacía alusión anteriormente. Contribuye a ello también, el hecho de que haya aire; es decir, la parte superior de la imagen que aparece desenfocada nos deja ver el lugar, el contexto donde se están desarrollando los actos. Contrasta con el enfoque nítido del punto principal de la fotografía.

Se trata, por tanto, de una composición descriptiva. Se ha resaltado el punto de interés para llamar nuestra atención, dotando así de expresividad la escena. Una expresividad bien lograda; ya que el factor de los brazos levantados de los participantes, ayuda a que la imagen se impregne por sí sola de las sensaciones que el espectador experimenta cuado la observa. Protesta, reclamo, una llamada de atención que busca una solución alternativa.


Sara R. G.

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